Lo nuevo de Tarantino es lo que fue Roma para Alfonso Cuarón, su visión de
una época mirada con nostalgia y argucia, por lo tanto no habría que esperar
que los hechos históricos que se citan en la película representaran la
realidad, el director nos deja en claro que es su versión, su propio cuento al
titularla “Érase una vez…”, es así que no tendríamos que asombrarnos por el
final (no haré spoiler), pero es el sello de Tarantino, siempre logra sorprendernos.
Por Carola Arriagada / Teórica del arte
Crítica de cine ONCE UPON A TIME IN HOLLYWOOD
U. de Chile. Stgo, Chile.
U. de Chile. Stgo, Chile.
La
historia transcurre a fines de los años sesenta, el protagonista es Rick Dalton -interpretado espléndidamente por Leonardo DiCaprio-, Rick es un actor de western que cruzó
los cuarenta años y se encuentra al borde de la decadencia, alcohólico y
solitario, intenta seguir vigente en un Hollywood que está cambiando. Aquí el
personaje que representa su doble llamado Cliff Booth, es interpretado por Brad
Pitt de forma impecable, más que su doble es su amigo leal, y aunque
aparentemente es un personaje secundario, ambos son protagonistas.
Habría
que destacar la estética general de la película, un año 1969 recreado de forma
magistral; la ciudad, las calles, los autos, letreros, vestuario, todo posee
un arte que me imagino disfrutarán más los que tuvieron la oportunidad de vivir
en esa época.
Es
así como Tarantino se toma su tiempo para contemplar las locaciones y desplegar
diálogos que en ocasiones no queda claro hacia donde conducen, por ratos hay
escenas que se sientes lentas y aletargadas, sin embargo, el guión se sostiene
gracias a las actuaciones que son soberbias.
Debo
decir que todas las recreaciones de las series y películas donde actúa el actor
protagonista encarnado por DiCaprio son sobresalientes, como Tarantino trabajó
y cuidó la estética visual de cámara antigua de TV es impresionante, todo convence
completamente.
El personaje
de Margot Robbie que representa a la actriz Sharon
Tate (víctima de los Manson en la matanza de 1969), parece nada más que un
decorado, si bien es importante en la trama, sus escenas son escasas y
superficiales, Tarantino retrata bien un estereotipo de mujer superficial de
esa época que solo su belleza la sustenta.
Debo decir que esperaba la intensidad que sentí con otras películas del director, pero es satisfactorio que nos muestre el lado B de una industria que de lejos se ve perfecta y llena de glamour.